¿Traicionó a Cristo por dinero?
Este argumento se desprende principalmente del episodio
donde Judas se molesta por un derroche trivial y se lo acusa de
ladrón. Mateo nos indica que no fue Judas el único
que se indignó por el famoso despilfarro, sino que todos
los discípulos lo reprobaron por igual.
¿Por qué se acusa solamente a Judas de
ambicioso y de ladrón? ¿No será que cuando
se escribió el Evangelio, años después de la
crucifixión, que la traición que ya le era
imputada, había calificado a Judas, como siendo
además culpable del pecado de traición,
también del de ser un ladrón?
Respecto a la venta por
dinero…
Mateo es el único que plantea ese dato. Esto se
debe a su incontrovertible esfuerzo de mostrar que en Cristo se
cumplen todas las escrituras. Así se ve cumplida una
profecía de Zacarías y nada más.
Veamos lo que
aprendemos de Marcos:
Este dice con claridad, que Judas entregó a
Cristo gratis y que fueron los sacerdotes quienes, en regocijo
por su victoria, prometieron darle una suma dinero.
Este argumento del dinero también se derriba
porque 30 monedas de plata era el precio fijado
por ley para pagar la indemnización por la muerte
accidental de un esclavo — suma que del todo era
nimia.
Para un instructor de la ley, y hombre
ambicioso, como a Judas acusan de ser, este pudo haber obtenido
más, mucho más, por su traición… Lo cual
contradice su escasa ambición — lo que no parece muy
posible.
Respecto a la traición por
Odio…
Este argumento se extingue sencillamente porque cuando
buscan testigos para condenar a Jesús, no encuentran a
nadie que sea digno de crédito. ¿Por qué, entonces,
no se presentó Judas, cuando más lo
necesitaban?
¿Y, por qué Judas, después de la
"traición", no aparece regocijado en la escena? — No
aparece, porque sencillamente, Judas NO ODIABA a
Jesús.
Entonces, es el
suicidio
Finalmente, el suicidio (signo
ineluctable de angustia y depresión)
no se reconcilia con el argumento de que Judas traicionó a
Jesús por odio — de odiarlo, gozaría ser testigo
de su muerte.
Pero, odio — y, ¿por qué?
¿Por qué entonces, Judas traicionó a
Jesús?
Lo traicionó, simplemente, por amor
equivocado — pero lo traicionó porque venerando a su
Maestro, lo amaba demasiado.
Veamos
Entre Jesús y Judas Iscariote
existía una relación muy especial.
Solamente así se explica que éste haya sido elegido
para ser el administrador de
los bienes del
grupo.
Además, en la última cena, se entiende que Judas
estaba sentado junto a Jesús, el Mesías. Ocupando,
sin dudas, un lugar de mucho honor.
Solamente, sentado de esa manera, pudieron Jesús y
él hablar en privado mientras cenaban, haciéndolo
así sin que los demás les sobre-oyeran.
¿De qué cosas hablarían? ¿De
la traición inminente y de la crucifixión, por
Jesús anticipada?
No sabemos de qué hablaron…
Prosigamos
Cuando Jesús, finalmente, le dice a Judas que
sería él quien lo iba a entregar, ¿por
qué que los otros once, que escucharon esas palabras
fatídicas no se dieron por enterados y trataron de
oponerlo?
No lo harían, porque Jesús, hablando en
parábolas hizo referencia a otra profecía y nada
más.
Es cierto que Judas no quería causar la muerte de
Jesús — no lo quería, porque lo amaba.
Pero lo amaba de modo contrario a los deseos de Jesús, el
Cordero expiatorio, en búsqueda de ser
sacrificado.
Veamos de nuevo
Judas era nacionalista,
sionista y violento. Él veía en Jesús a un
líder
de origen divino. Por eso fue un discípulo fiel y feliz de
atestiguar de multitudes siguiendo a su Maestro. Sin embargo,
cuando Jesús comenzara a hablar de su pasión y
muerte, Judas sufrió una terrible crisis
existencial de dudas justificables — ¿cómo era
posible que el Hijo de Dios sucumbiera antes fuerzas humanas y
finitas?
Estas dudas fueron especialmente contundentes para
él, cuando Jesús en su discurso en la
sinagoga de Cafarnaún rechaza el homenaje de la gente que
quería hacerlo Rey.
Judas pensó que Jesús debía de
ocupar su lugar designado como Rey de toda la Creación —
algo que ahora Jesucristo rehusaba.
Judas entonces se siente personalmente defraudado. Pero, porque
todavía ama a Cristo y no desea verlo sufrir, pretende
imponerle sus pautas "demasiado humanas", contra el camino
inesperado e inexplicable de "siervo sufriente" que ahora, le
deparaba su Maestro.
Es entonces cuando, en un gesto de estrategia
manipuladora, resuelve "entregarlo". Al ver que Jesús no
se decidía a establecer el reino del que tanto hablara,
que seguía moviéndose con lentitud, quiso obligarlo
a actuar.
De ninguna manera quería Judas que su maestro
fuera crucificado. Sólo lo que quería generar era
una situación en la que Jesús se viera obligado a
desatar las fuerzas apocalípticas de todo su
poder
celestial. Judas pensó que Jesús, al verse
acorralado por los soldados romanos, efectuaría un solemne
milagro, que acabaría con la ocupación romana de
Palestina e instauraría así el reino del que tantas
veces hablara — Pero no fue así — Judas soñaba,
y, peor, se equivocaba.
EL BESO DE LA
TRAICIÓN QUE CAMBIÓ LA HISTORIA…
Mucho
se ha hablado de este "beso de la traición"… Pero el
evangelio nos dice otra cosa.
Cuando Judas les dice a los soldados que va a besar al Maestro,
usa el verbo filien, que es la palabra común para
decir "besar" en griego.
Pero, al acercarse a Jesús y besarlo, el
evangelio emplea la palabra katafilein, que significa
"besar afectuosamente, o en forma cariñosa" ¿Por
qué Judas usa un beso de amor para entregar a
Jesús? ¿Para identificarlo? Esto, simplemente, no
puede ser — ya que le bastaría con señalarlo
discretamente, y su nombre hubiese permanecido intachable.
Jesús, por su parte, era harto conocido por todos lados.
Predicaba y enseñaba todos los días en las calles y
en el templo, hacía milagros y se identificaba como el
Verbo Encarnado — la Palabra de Dios — sólo un occiso
no supiera de Él.
¿Quién no lo
reconocería?
Judas no quiso identificarlo. Sino que quiso besar a su
maestro con afecto y cariño, siendo sincero al hacerlo.
Luego, al dar un paso atrás, con expresión de
orgullo, esperó que Jesús fulminase a los soldados
que lo vinieran a aprehender y estableciera su triunfo
definitivo.
Cuando Judas vio que su maestro aun no se defendía, no
ejercía su poder, no actuaba del modo esperado,
comprendió, ya muy tarde, que se había equivocado.
Que Jesús nunca había pensado en aniquilar
impetuosamente a sus enemigos, que su destino era perecer en la
cruz. Entonces fue, que angustiado, buscara a los sacerdotes
devolviéndoles el dinero
diciendo: "He pecado entregando una sangre
inocente".
El cambio de
actitud de
Judas lo provoca directamente la condena a muerte de
Jesús. Por lo tanto que él no la esperaba. Porque
Judas no quería la muerte de Jesús.
La
tragedia de Judas fue que se negó a aceptar a Jesús
como realmente era, y que trató de convertirlo en lo que
él quería que fuese. El Drama de Judas fue el del
hombre que creyó que sabía más que su
Dios.
No sabemos si Judas se condenó o no — esto, solamente
Dios lo sabe. Pero pensamos que vive en el Paraíso.
Personalmente pienso que Judas se equivocó de palo. En
lugar de colgarse de la Cruz para buscar el perdón del
Maestro, se colgó de un árbol común saturado
de arrepentimiento.
Finalmente, escuchemos lo que Orígenes nos dice,
basándose en el final del evangelio de Mateo. Éste
nos dice que cuando Judas se dio cuenta de lo que había
hecho se apresuró a suicidarse para encontrarse con
Jesús en el mundo de los muertos y allí, con el
alma en
descubierto, suplicarle su perdón.
En
resumen
Judas era tan importante en la coreografía de la
vida, pasión, muerte y resurrección de Nuestro
Señor Jesucristo, como fueran las negaciones de Pedro, la
aparición a Magdalena, los escepticismos de Tomás,
y tantos otros misterios que nos hacen concluir que Judas es otro
Santo en la Corte Celestial.
Dr. Félix E. F. Larocca
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |